Group show of myself, 2021
13/11/2021 > 30/12/2021 – Galería Alegría Barcelona, Spain.
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Imágenes de la exposición – Exhibition images
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Texto de la exposición
Para Víctor Jaenada (Barcelona, 1977) el arte es vida y la vida arte. Punto. Artista más trashumante que multidisciplinar, lo suyo es deambular, recoger cosas, combinar técnicas, construir cuadros. Heredero consciente y vocacional de un tipo de vida flamenco, su nomadismo mental determina una obra que se multiplica, crece y cambia de manera orgánica y que, este otoño, encuentra un refugio y ámbito de libertad en Galería Alegría.
Víctor Jaenada no busca, reúne – eso sí – elementos pictóricos, materiales y objetos variopintos para construir una obra intuitiva, de difícil explicación pero de disfrute inmediato. Es una obra que traduce el sentimiento, algo trágico, de la vida y lo presenta sobre el lienzo, lo retuerce, lo hace arder. Pintor de lo que no se puede explicar, Jaenada dispone todo de manera que sea la obra la que te atraviese y hable desde tu interior sin que sepas muy bien cómo ha ocurrido semejante prodigio.
La obra de Jaenada pedía esta «Colectiva de mí mismo», compuesta por pinturas realizadas durante el último año y medio y que, hasta ahora, no habían salido de su estudio. «Las cosas vivas flotan», dice Jaenada al referirse a esta exposición. Y tiene mucha razón. Esta colección de obras, casi todas ellas ensimismadas en su pequeño y mediano formato, se multiplica a ojos vista. Pareciese que los cuadros se pintan a sí mismos, mientras el artista se deja llevar por ellos. Esta exposición tiene la sólida ligereza de las cosas verdaderas, el peso paradójico de las cosas que flotan.
Las obras que conforman «Colectiva de mí mismo» reivindican esa especial alegría de vivir que consiste en vivir la vida entera, con sus luces y con sus sombras. Hay aquí materia y sentimiento: lienzos que se oscurecen bajo la llama del mechero, trazos esenciales, pintura que desborda el contorno del bastidor y la fascinación por los objetos que uno va encontrando en el camino, sean éstos humildes trozos de madera o esas hojas de otoño que, infalibles, siempre fascinan a los niños. Adivinamos también algo jeroglífico, trágico e impenetrable, en unas composiciones que parecen desaparecer una vez han sido realizadas, como sí más que pintura el cuadro quisiese ser cante.
Víctor Jaenada, como todo buen flamenco, vive en el alambre – que es desde donde llegan estos cuadros mágicos y equilibristas – y sabe que la vida son dos días. Por eso pinta rápido y vive lento. Así cocina su obra laberíntica, conceptual e inteligente de la que, hoy, Galería Alegría se enorgullece en presentar esta colectiva. La exposición colectiva de unas obras que van dando forma a un artista total que busca su lugar, aún a sabiendas de que su lugar no está ni en el tiempo, ni en el espacio.
Exhibition text
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For Víctor Jaenada (Barcelona, 1977) art is life and life is art. Simple as that. More transhumant than multidisciplinary, Jaenada’s approach to his art is to wander around, to pick things up, to combine techniques, to construct paintings. As a conscious and vocational heir to a kind of flamenco life, his mental nomadism forms a work that multiplies, grows and changes organically. Now, this autumn, it finds refuge and freedom at Galería Alegría.
Víctor Jaenada does not search for, but rather gathers together the pictorial elements, materials and colourful objects with which he constructs his intuitive work, which is hard to explain but immediately enjoyable. It translates the somewhat tragic sense of life onto the canvas, twisting it and making it burn. A painter of the unfathomable, Jaenada composes his work in such a way that it gets under your skin and speaks to you from deep inside – but you are left wondering how exactly he manages to achieve such a striking effect.
Jaenada’s work called for «My Own Collective Exhibition», consisting of paintings from the last year and a half, which, until now, had not left his studio. «Living things float», says Jaenada when referring to this exhibition. And he is quite right. This collection of works, almost all of them self-contained in their small and medium-sized formats, multiplies before your very eyes. It is as if the paintings paint themselves, while the artist is carried away by them. This exhibition has the solid lightness of real things, and the paradoxical weight of things that float.
The works in «My Own Collective Exhibition» vindicate that special joie de vivre that comes from living life to the full, with all its light and shade. There is matter and feeling here: canvases darkened by the lighter’s flame, stripped-down strokes, paint that rushes beyond the frame and a fascination with the objects that one finds along the way, be they simple pieces of wood or the autumn leaves that, without fail, always captivate children. We can also glimpse something hieroglyphic, tragic and impenetrable, in compositions that seem to disappear as soon as they are made, as if the painting had wanted to be a song instead.
Víctor Jaenada, like all good flamenco, lives life on the wire – that is, right where these magical, daring paintings come from – and he knows that life lasts but two days. That’s why he paints fast, and lives slow. And this is how he cooks up his labyrinthine, conceptual and intelligent work, of which, today, Galería Alegría is proud to present this collective exhibition of his own. These works depict an all-round artist, ever in search of his place, even though he knows his particular place is neither in time nor in space.
Prensa – Press